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jueves, 13 de junio de 2013

VIRGENES NEGRAS PARTE XII


VIRGENES NEGRAS


PARTE XII



NUESTRA SEÑORA DEL MAR QUE SE CONVIERTE EN LA SARA DE LOS GITANOS



¿Y el culto que los gitanos rinden a Sara la Negra en Saintes- Maries-de-la-Mer? Cualquier intento de comprensión de este peregrinaje no puede ser mas hipotético, pues si bien las leyendas, tanto francesas como gitanas, abundan sobre la historia del santuario y de los cultos que en el se rinden, con frecuencia tienen relaciones bastante lejanas entre si, cuando no son contradictorias. En lo que concierne a documentos antiguos, en este caso son muy poco numerosos;
En una primera época, que se prolongo desde la antigüedad hasta la caída del Imperio Romano, había en aquel lugar una ciudad muy importante denominada Ra, y se trataba realmente del dios sol egipcio, ya que, en la cuarta dinastía, los egipcios conocían ya a los españoles y, antes de la fundación de Marsella, esta ciudad ofrecía a los navíos de Oriente el acceso mas rápido al centro de la Galia, en la ruta del estaño (1), En este lugar sagrado, se veneraba no solo al sol, sino también a Isis y a Cibeles, De ello nos ha quedado una fuente milagrosa y una cripta.
En el siglo VI, Ra se convierte en Notre-Dame de Ratis. También aquí, el culto de María ha suplantado al de la Diosa-Tierra (aquí conocido sobre todo bajo sus formas romanizadas), y Ratis parece ser, a la vez, la continuación deformada del vocablo Ra y la palabra latina "balsa". De este modo, la advocación dada a la Virgen recordaría al mismo tiempo al sol y al mar.
Así, pues, todo parecía estar dispuesto en aquel lugar para acoger después del año mil a una estatua de la Virgen Negra. Sin embargo, esta no llego jamás.
Aun en el siglo XIII, no se dice "Les Saintes-Mariesde-la-Mer", sino "Notre-Dame-de-la-Mer", lo cual demuestra que el culto mariano se ha perpetuado y ocupa allí el lugar principal, acompañado de los atributos que ya conocemos, pues, por ejemplo, un poco de polvo cogido de una gruesa piedra de la cripta y mezclado con el agua del pozo tenia la reputación de curar a los ciegos y al mismo tiempo de dar la fecundidad.

No es hasta el siglo xv cuando la leyenda de las santas Marías, difundida ya desde hacia mucho tiempo por toda Francia, comienza a vincularse con este lugar, y eso se produce a consecuencia del supuesto descubrimiento, en 1448, de los restos de María Jacobe y María Salome. Existen diversas variantes de esta leyenda, pero todas tienen en común lo siguiente: para escapar de una persecución, María Jacobe (la madre de Santiago el Menor y de san Judas) y María Salome (madre de san Juan Evangelista y de Santiago el Mayor, el de Compostela) fueron misteriosamente arrebatadas en Palestina junto con Marta, Lázaro, María Magdalena y algunos mas, y embarcadas en un navío sin velas ni remos que atraco sin daño en la Provenza. Las dos primeras Marías permanecieron en el lugar de su desembarco, Ra o Ratis, donde vivieron y murieron santamente.
Es entonces cuando el culto de las santas Marías, llamadas algunas veces de las tres Marías (se añadía a María Magdalena) suplanto al de Nuestra Señora. Observamos, sin embargo, en que medida esas leyendas y ese culto nacieron de un fondo cultural esotérico enteramente parecido, señalando además que es de la misma manera como el apóstol Santiago fue conducido a Galicia.
Pero en este momento no hay nada todavía de Sara. El primer texto que hace simplemente mención de ella data del siglo xvi y en el siglo xvii no se conoce aun ningún peregrinaje en su honor y ni siquiera hay una presencia de gitanos en esos lugares (2). En 1686, Sara es llamada Sarre y es presentada únicamente como la sirvienta de María Jacobe y de María Salome.
La estatua actual de Sara la Negra es de yeso y de un modelo muy reciente. Todo induce a creer que la peregrinación gitana a Saintes- Maries no fue organizada de una manera regular hasta el siglo pasado, como máximo.
Pero, después de todo, poco importa que sea antiguo o muy nuevo. Lo que en este caso nos interesa es que, con los gitanos, la humilde sirvienta Sara se vuelve negra y santa, que su culto se desarrolla en la cripta, y que es ella,
y no las santas Marisa, quien es el objeto real de su celebre y pintoresco peregrinaje anual.
Ignoramos a que rituales se entregan los gitanos en ese lugar, pero es en la cripta donde, participando solo las mujeres en la votación, eligen su reina. Luego, según Mazel, se celebran otras ceremonias secretas al amanecer, cerca de unas marismas solitarias, en forma de corros sagrados en torno al fuego mágico.
Los gitanos son un pueblo sin escritura y no se sabe casi nada de su origen y de su historia.
Por lo demás, no constituyen un solo pueblo, sino muchos, los gitanos, los manouches, los roms o romanichels, los cingaros, los egipcios, los sintis... aunque su origen, seria sin embargo, común. Procederían de la India y habrían vivido luego mucho tiempo en Egipto, donde se habrían mezclado con la raza egipcia. Después, mucho mas tarde, se habrían esparcido por el mundo, pero sin mezclarse con las
otras poblaciones, conservando pura su raza indoegipcia, como si preservaran celosamente una herencia...
Su religión parece haber bebido en varias fuentes, y en la actualidad muchos son bautizados en la religión cristiana, aunque en sus creencias volvemos a encontrar siempre la huella de un fondo sagrado muy antiguo hecho de "adoración" al sol y a la tierra-madre, a la Diosa-Madre.
Según su tradición sagrada, Sara la Kali, es decir la - negra (establecer la relación con la diosa negra hindú Kali), vivía al comenzar la Era cristiana y mandaba en la Provenza una tribu de roms, grandes adoradores del sol. Un día, una voz le anuncio la llegada -de las santas Marías expulsadas de Palestina.


Entonces, impulsada por una fuerza misteriosa, reunió su tribu, fue a su encuentro y, en el momento que diviso la embarcación, extendió sobre el agua su manto y, utilizándolo como si fuera una balsa, fue a reunirse con las santas que le bautizaron en su bajel (3).
En cuanto al nombre de Sara, podría ser la continuación del antiguo nombre de Ra, pero, para algunos, es quizás una transposición del nombre de la esposa de Brahma, Sarasvati (4). Por lo tanto, Sara no es una antigua Virgen Negra cuyo culto hubiera sido restaurado recientemente por los gitanos. Pero es significativo observar que, en el lugar donde una antigua tradición sagrada exigía la instalación en la Edad Medía de una Virgen Negra, otra efigie negra fuera colocada por un pueblo que, por haber seguido un itinerario espiritual y cultural diferente, no por eso conservaba menos, bajo unas formas quizá decadentes y alteradas, una visión cosmogónica, religiosa y tal vez iniciática comparable en muchos puntos a los de las minorías monásticas de la Edad Medía.
Existe ciertamente una diferencia de nivel, al menos aparente, entre la civilización iniciática de los alquimistas y los constructores de catedrales, y aquella que perpetúan hoy los gitanos, los que dicen la buenaventura, las echadoras de cartas y los astrólogos superficiales. Pero, entre esos seres a los que nosotros aun llamamos "egipcios", ¿no están los últimos restos de un esplendor antiguo, de una gran civilización hermética que ellos habrían conocido en Egipto o en otro lugar?
En su gran carrera a trabes del mundo, el pueblo de los gitanos sigue aun al sol en su marcha de vida y de muerte. Pueblo errante, salvaje, irreductible, que se transmite oralmente la tradición que lo hace secreto, oculto, pero también "otro", "diferente", y finalmente perseguido.
¿Por que ellos tan débiles, tan poco peligrosos, tan poco politizados, fueron perseguidos por los esbirros de Hitler y exterminados a centenares de miles en las cámaras de gas de los campos de concentración?

DONDE SAN AMADOR REVELA TAMBIÉN LA CLAVE DEL ENIGMA
Al paraje, a la historia de la peregrinación y a las leyendas de Rocamadour, seria necesario, como al Puy, dedicarles una obra entera, y aquí solo puedo dar algunas indicaciones.
Afortunadamente, se ha escrito mucho sobre ese extraordinario culto mariano y, entre la multitud de obras y artículos, el lector curioso hallara trabajos de una notable erudición escritos a comienzos de este siglo, los de Rupin y los del canónigo Albe, dos sabios que consagraron su vida a estudiar todos los documentos relativos a la historia del santuario y, en el caso del canónigo Albe, llegando hasta los mismos archivos del Vaticano (1).
En esta antigua región del Quercy donde abundan los fenómenos naturales más sorprendentes, las grutas extrañas como las de Lacave y Presque, las simas misteriosas y los anfiteatros de piedra caliza, el hombre sacralizo en época muy temprana tales parajes, como lo atestiguan especialmente en las cavernas las pinturas y frescos de carácter religioso que se remontan hasta el auriñaciense. Los druidas, por supuesto, no podían estar ausentes en este caso, y los menhires dólmenes y "recintos" célticos se cuentan por centenares.
Después de haber recorrido la meseta calcárea desolada y monótona de Gramat, uno se encuentra bruscamente ante una vertiginosa hendidura de 150 metros de profundidad, de apenas 100 metros de ancho, bordeada de abismos y desplomes.
Al pie, una ciudadela medieval, y luego, adosando se al acantilado vertical, hasta la cumbre, un conjunto curioso de casas, torres, iglesias y murallas y un castillo en la misma cima. Así es la villa de Rocamadour, un reto de los arquitectos al sentido común y al equilibrio, pues la roca puede desplomarse y algunas capillas tuvieron que ser metidas en la propia montaña. Por otra parte, hubo varios desprendimientos que destruyeron parcialmente algunos edificios.
Como, al precio de cuantos esfuerzos y de que proezas y gracias a que técnicas, los artesanos de la Edad Medía consiguieron anclar en la roca aquel amontonamiento de construcciones, aquella fantástica ciudad vertical que hace pensar en algunos cuadros de Brueghel o, como alguien ha dicho, en algunos grabados de Dore.
La villa de Rocamadour es un absurdo en el plano arquitectónico y si, a pesar de todo, se realizo la prodigiosa hazaña de instalar allí el santuario es, sin duda, porque, por razones sagradas, se imponía que fuera edificado precisamente allí y no en otro sitio.
Hay que ascender por una escalera de 216 peldaños (2) para llegar a la pequeña capilla de Nuestra Señora, una de cuyas paredes es la misma roca, y descubrir la efigie milagrosa, estatua que dala del siglo xir y esta relativamente bien conservada. De apariencia primitiva y algo torpe, tiene como en Dijon (aunque menos acentuado) el pecho voluminoso, sin dar, no obstante, como en aquel lugar, la impresión fecunda de una mujer encinta.
La peregrinación a aquel lugar conoció en la Edad Medía un éxito considerable. Desde toda Europa se acudía a Rocamadour y era una etapa "obligada" de los "jacquaires" que se dirigían a Compostela por aquel lado. Lo mismo que al Puy, acudieron allí en gran numero los mas ilustres visitantes, soberanos, grandes abades, señores y prelados. Entre esas celebridades hallamos de nuevo a san Luis, que fue con su madre, la reina Blanca y sus hermanos, al gran abad de Cluny, a san Odilon, a san Bernardo, al gran alquimista Ramón Lluli, beatificado por la Iglesia, y a aquel enigmático Luis XI que había de arrodillarse decididamente muy a menudo ante las estatuas de Vírgenes Negras (3).
Su fama fue tal que se crearon cultos regionales en España e incluso en Portugal, y figuro en el estandarte de los cristianos castellanos y navarros que afirmaron deberle la victoria conseguida sobre los musulmanes, en 1212, en la batalla de las Navas de Tolosa.

Los milagros medievales que se le atribuyen: la liberación de cautivos basta el punto de que algunos tribunales alemanes enviaron mas tarde a sus condenados cargados de cadenas en peregrinación expiatoria y una costumbre antigua exigía que todos los peregrinos subieran la escalera trabados con cadenas, que no podían retirar basta después de haber rezado a la Virgen Negra. y la protección de navegantes. La antigua campana de la capilla se ponía a veces a doblar por si misma calmando así las tempestades en las que marinos piadosos habían invocado a la madona. Una vez, un navío entero fue transportado de esta manera a... Santiago de Compostela, en Galicia. Algunas replicas de navíos ofrecidas como exvoto están todavía colgadas en la capilla. Finalmente, la Virgen de Rocamadour daba la fecundidad y protegía a los niños pequeños, y resucito a algunos de ellos nacidos muertos concediéndoles la vida hasta el momento del bautismo.
Así, pues, estamos en presencia de una autentica Virgen Negra de la misma familia que las demás.
Los primeros documentos sobre el santuario y la peregrinación datan del siglo xii y son obra de benedictinos. De ellos, el principal, redactado hacia 1170, es la crónica de Robert de Thorigny; ese hombre era abad del Mont-Saint-Michel. Es, por lo tanto, hacia esa época cuando los benedictinos, siempre ellos, instalan aquí la Virgen Negra, "descubren" in situ el cuerpo de san Amador, redactan su vida legendaria y lanzan la peregrinación que conoció inmediatamente el éxito que todos sabemos. Durante toda la Edad Medía, surgirán numerosas leyendas sobre san Amador en relación con los orígenes de la Virgen Negra.
La versión mas corriente es la siguiente Amador habría sido Zaqueo en persona, el publicano que dio hospitalidad a Jesús, del cual se convirtió en discípulo, y luego en compañero de María hasta la Asunción. Fue transportado en barco a las Galias y se estableció en Rocamadour, donde vivió y murió como ermitaño. El es quien habría traído a ese lugar la famosa estatua que habría sido esculpida por el evangelista san Lucas (¡evidentemente!).
El hecho de que, en 1166, los benedictinos hubieran encontrado en esos parajes una tumba con un cuerpo bien conservado, no significa evidentemente, como afirmaron los promotores de la peregrinación, que se tratara realmente del cuerpo de Amador, ni que este hubiera vivido nunca allí. Ningún documento permite afirmar que el personaje hubiera existido verdaderamente...
Veremos, no obstante, que al examinar con un poco mas de atención todos esos antiguos relatos fabulosos, Amador nos indica a su vez, en el lenguaje esotérico de la época, la clave del enigma de las Vírgenes Negras que, sutilmente, todo lo que le concierne nos permite descubrir la fusión que se produjo en el siglo xii entre el druidismo y la iniciación egipcia dentro de una simbólica cristiana Así como las alusiones alquimias que se vinculan a ello.
Ante todo, hay que observar que Rocamadour no es el único lugar que reivindica la presencia e incluso los restos del publicano Zaqueo.
Según algunas crónicas, san Amador habría fundado el santuario del Puy y había hecho etapa en Compostela (dos lugares muy interesantes para nosotros). Habría un Amador catalán y en Portugal se encuentra un san Amator, muy popular, al cual están consagradas varias iglesias. Para los portugueses, su tumba esta cerca de Oporto. Por ultimo, en el Berry se habría venerado a Zaqueo, aunque allí era conocido con el nombre de Sylvain...
Según otras leyendas, aunque vivió en Palestina en tiempos de Jesucristo, habría nacido en Luca, en Italia...Un Silvano nacido en Luca, nos sumerge nuevamente en el mundo pagano, y percibimos ya a través de ese rodeo que Amador, alias Zaqueo, alias Silvano, es una manera de afirmar la continuidad, en el lugar del culto a la Virgen Negra, de practicas religiosas mas antiguas. Así mismo, notamos la
hábil asimilación entre Luca, término sagrado céltico, y una Virgen de san Luc, que introduce al mismo tiempo el elemento solar. -

Maleville, cronista del siglo xvii, nos dice que en la antigüedad vivía en Rocamadour una mujer llamada Alis, que dirigía una comunidad enteramente femenina de la que los hombres estaban totalmente excluidos. Estas mujeres tiraban con arco como Dianas cazadoras, se dedicaban al ocultismo y se suponía que mantenían relaciones con las hadas que frecuentaban la rica fuente de la Ouysse o de la Louysse (¿Is de Lou, Is de Lug?). En efecto, no lejos del santuario existe un lugar llamado Alix, donde los cistercienses de la abadía de Aubazine edificaron un monasterio y poseían también los monasterios o graneros de la Señora. En las cercanías de Rocamadour hay un valle seco, angosto y profundo, cubierto de bosques de robles, que se llama el valle de la Señora, mientras que cierto lugar situado cerca del desfiladero del Alzou se denomina el Salto de la Doncella.
Hacia el molino de Bourgnou se yergue un mirador coronado por un castillo, el Belcastel, al lado del pozo Saint-Sol que encierra una gruta maravillosa cuya extensión es de 800 metros...
Una antigua tradición afirma que en otro tiempo se ofrecían sacrificios humanos a una Madre Negra llamada Sulivia en una caverna situada en as estribaciones del acantilad aquella donde Amador había instalado su oratorio y colocado su estatuilla. Según Sailleas (4), Sulivia seria una deformación de un sobrenombre de Cibeles.
Resumamos.
Estamos ante un lugar que la etimología y las tradiciones nos revelan como consagrado, por un lado a las divinidades femeninas en general y, por otro, al sol. Su sancta sanctórum era la gruta donde Amador habría vivido. Allí es donde debía encontrarse la Virgen Negra, y en ninguna otra parte, y es por esto que los maestros de obras se tomaron tantas molestias en la Edad Medía para levantar este vertiginoso santuario en este lugar preciso.
Bajo el altar de la Virgen se halla empotrado todavía un antiguo altar druídico, y se supone que es sobre esta piedra donde Amador (o Silvano) había oficiado. Ahora, el Oriente. Según Pradelle (5), Amador seria quizás una palabra árabe, Amad-Aour, apodada Zaccai (el Justo) a causa de la hospitalidad que había ofrecido a Jesús.
Más significativa es la leyenda, citada por Emilio Male, relativa a un milagro apócrifo que será muy popular en la Edad Medía, y que no se volverá a evocar jamás posteriormente. Con ocasión de la huida a Egipto, la Sagrada Familia era perseguida por los satélites de Herodes y estaba a punto de ser atrapada. De pronto, un campo de trigo creció milagrosamente y alcanzo en pocos instantes una altura tal que detuvo a los soldados y salvo Así a Jesús y a los suyos (6). Ahora bien, para las leyendas medievales, el dueño de este campo benéfico no era otro que nuestro Amador, decididamente omnipresente...
¿Y la alquimia?
Según el texto de los Acta Sanctórum facilitado a los bolandistas por el padre Odo de Gissey, Amador habría sido el esposo de santa Verónica. Después de la muerte de la Virgen, embarco con Verónica hacia las Galias llevando ella un precioso tesoro, algunas gotas de leche de la Virgen... Recordemos la "lactancia" de san Bernardo en san Vorles, la estatua de Dijon que, como la de Rocamadour, muestra la forma de los senos debajo del vestido y, por supuesto, la alusión clara al "agua mercurial" de los adeptos de la Gran Obra (7 y . Por ultimo, creo que hay motivos para establecer un paralelo con las tres gotas mágicas que brotan del caldero en el mito céltico de Koridwenn y a partir de lo que se construirá la leyenda del Grial.
¿Qué se desprende de todo esto?

Para los iniciados de la Edad Medía que en tan gran numero acudieron a Rocamadour, Amador era al mismo tiempo Silvano que oficia sobre una piedra céltica en la gruta de Sulivia, símbolo de la iniciación druídica, el justo egipcio cuyo campo milagroso salva a Cristo de la matanza de los Inocentes y, por consiguiente, símbolo de la iniciación egipcia, pero también Zaqueo, el cristiano, amigo de Jesucristo y de María, hombre, justo y discreto a pesar de ser publicano, cualidades particularmente caras a los iniciados y alquimistas cristianos de los siglos xii y xiii
Y ese extraño nombre de Amador, que es también Amator, Amateur...
Que, sin la menor duda, deriva del latín "amare", del verbo amar...
¿Es esta fuerza del amor la que reconcilia el Universo en su loco girar, la que reúne los principios contrarios tal como lo imaginaban los hombres de la Edad Medía?
¿Hipótesis? Por supuesto, pero aunque el origen del nombre fuera otro, seria asombroso que en aquella época no hubiese alguien que hubiera hecho la comparación.
No dejemos Rocamadour sin interesarnos por las diversas capillitas que hay agrupadas alrededor de la explanada.
Además de la iglesia de san Salvador (que, evidentemente, no esta dedicada a un santo, sino al Salvador, a Jesucristo) y de la capilla de san Amador, se encuentra una iglesia de san Blas, una capilla de, santa Ana, una capilla de san Juan Bautista (de forma octogonal) y, mas alta aun que la capilla de Notre-Dame, una capilla de san Miguel de fines del siglo xii. Rocamadour es uno de los únicos lugares donde todos esos santos y santas se hallan reunidos cerca de la Virgen Negra, pero, cosa curiosa, hay siempre alguno o algunos de ellos directamente relacionados con los santuarios de nuestras pequeñas estatuas. Algunas veces estarán acompañados de uno u otro santo local, pero (considerando exclusivamente los santuarios antiguos, ni que decir tiene) cada uno de los santos que acaban de ser citados figura muchas veces al lado de una Virgen Negra, y casi siempre es uno o varios de ellos los que se veneran al lado de nuestras estatuas.
Así, el Mont-Saint-Michel es un santuario que albergaba una Virgen Negra mientras que en el Puy se encuentra Saint-Michel- dAiguilhe...
Así, por lo que se refiere a san Blas, en una iglesia edificada en su honor se sitúo la Virgen Negra de Vichy y hay, además, un pozo de san Blas en SaintVicte de Marsella, un culto de san Blas en Mende, y otro en Chatillon-sur-Seine...
Podríamos hacer una enumeración semejante en lo que atañe a santa Ana o a san Juan Bautista...
Esto debe de tener algún sentido.
Santa Ana. Es la madre de María. Sabemos en que medida el origen de su culto estaba próximo al de las Vírgenes Negras y como las dos veneraciones se confundían en la Edad Medía, habiendo sucedido la una y la otra a la de la antigua Diosa-Tierra. San Blas. Sin duda este santo no ha existido nunca. Por el contrario, entre los celtas había un dios Blez que debió de ser origen de nuestro Blas. Ahora bien, este Blez seria una especie de representación de la muerte, pero la muerte no como fin de todas las cosas, sino mas bien considerada como un transito hacia otra vida, simbolismo que se asocia tanto al de nuestras Vírgenes Negras como al del ocultismo. En Rocamadour habría incluso reliquias de san Blas que fueron llevadas por los cruzados. Por supuesto, no existe ningún documento que permita establecer histórica mente la realidad de esta aportación...
San Juan Bautista. Al parecer, esenio. En todo caso, es el quien, al bautizar a Jesucristo, lo revela a el como Hijo de Dios y es a partir de este momento cuando Jesús puede comenzar su vida publica. Hemos notado ya ese simbolismo en las esculturas de Mauriac, Así como aquel tan expresivo de san Miguel, el arcángel que fulmina al dragón, el mito de todos los antiguos textos sagrados, la victoria sobre el ouroboros, la dominación de las leyes profundas de la materia, el Conocimiento en el sentido mas profundo de la palabra (9).
Así siempre, todo alrededor de nuestras estatuas, convergía misteriosamente para revelarnos su sentido, ese poderoso simbolismo que para nosotros no es mas que una serie de indicios, pero que para el hombre de la Edad Medía era toda una red densa de cultura, de enseñanzas, de piedad, de ciencia edificada en torno al objeto sagrado entre todos que era la Virgen Negra. Cada relato, cada milagro, cada piedra, cada altar, cada capilla, la cosa mas minima, contenía simbólicamente una idea, transmitía una lección y preparaba para el Conocimiento. Nada era gratuito y todo ocupaba su lugar.

NOTRE-DAME-DE-DESSOUS-TERRE EN HONOR DE LA CUAL UNOS ARTESANOS EDIFICARON CHARTRES

El Puy, Rocamadour y el Mont-Saint-Michel, los tres monumentos religiosos más sorprendentes de Francia fueron construidos para albergar una Virgen Negra, y la más perfecta de sus catedrales, también. Se ha dicho todo sobre la catedral de Chartres. Después de Huysmans, Schwob, Peguy, Male, Focillon o Houvet no hay un detalle del sublime templo que no haya sido descubierto y admirado.
Después de Charpentier, sabemos además que Chartres representa no solo el logro mas extraordinario del arte religioso de todo el Occidente, sino que este mismo logro se debe a que los artesanos que la construyeron en el siglo ii poseían en el grado mas elevado los grandes principios iniciáticos sagrados, eran maestros en la ejecución de esa fascinante magia de la piedra y el vidrio y procedían según las mismas reglas y en cierto sentido con la misma fe que aquellos otros artesanos que, en época mucho mas remota, edificaron las grandes pirámides.
Audacia pero equilibrio en la construcción, proporciones perfectas, esplendor ordenado y significativo de la captación de la luz por las grandes vidrieras en el transcurso de las horas y de los motivos esculpidos para valorarlos simbólicamente.
Solo nos queda, sentados en la encrucijada del transepto, allí donde la luz actúa plenamente y donde todas las partes de la catedral adquieren su verdadera amplitud y se armonizan, experimentar a nuestra vez ese estado de gracia que reina en Chartres, nacido no de una feliz casualidad, sino de la ciencia precisa de unos hombres de otra época que creían conocer las leyes de Dios y que quizá realmente las conocían... La Beauce era una tierra sagrada para los celtas, y Chartres era su capital. La catedral esta construida exactamente encima de un antiguo dolmen importan te. Pero en los alrededores, por todas partes, menhires y dólmenes de menor importancia, fuentes sagradas, supervivencias populares Así como la etimología de los nombres de lugares, recuerdan los druidas que invocaban allí, donde la fecundidad del suelo ha proporcionado siempre riqueza y abundancia, a la Diosa-Tierra.
"Virgo Paritur ", la Virgen que debe dar a luz. El nombre nos ha quedado de la que era venerada en Chartres. Cristianizada y colocada en los primeros edificios que suceden al dolmen, la efigie, la piedra negra o un símbolo cualquiera siguen atrayendo las multitudes de peregrinos hacia este país donde confluyen, en una encrucijada privilegiada, todas las grandes rutas de la trashumancia medieval, las de Roma, Jerusalén y Compostela.
Cuando Fulbert hizo edificar la catedral, que seria destruida en 1134, la Virgen Negra románica le había sucedido ya. La planta de la iglesia de Fulbert equivale exactamente a la cripta actual, cuyo trazado condiciono la erección de los monumentos siguientes, a saber, la iglesia levantada por la abadía benedictina de Saint-Denis dirigida por Suger, que fue presa de las ¡lamas en 1194, y, finalmente, en el siglo xiii, la inmensa catedral actual.
La Virgen Negra no abandono su lugar en la cripta y fue esta situación la que le valió el nombre de Nuestra Señora de Bajo Tierra, advocación que indica claramente su naturaleza.
Y es en la cripta donde nosotros seguimos viendo hoy la copia que reproduce bastante fielmente la estatua del siglo xi destruida en 1793. Justo a su lado, el "Pozo de los Fuertes", testigo de la continuidad sagrada y religiosos del lugar, cuyo nombre significa mas o menos "pozo de los iniciados", "pozo de aquellos que han llegado a superar las grandes pruebas"... Cegado y olvidado durante dos siglos y medio, el pozo no fue descubierto y valorizado hasta comienzos de este siglo.
Si bien Notre-Dame-de-Dessous-Terre era una autentica Virgen Negra, no ocurre lo mismo con la estatua que se encuentra en el interior de la catedral actual y que es conocida como Notre-Dame du Pilier (Nuestra Señora del Pilary.

Muchos ven en -ella una segunda Virgen Negra de Chartres. Si& embargo, el examen mas superficial revela que esta efigie del siglo xvi se oscureció simplemente envejeciendo tal vez a causa de los productos de conservación. Se trata en este caso de una de esas numerosas Vírgenes "morenas" que en todas partes han sido erróneamente asimiladas a las verdaderas Vírgenes Negras y que, no poseyendo por si mismas ningún sentido particular, desbaratan siempre los esfuerzos de comprensión del origen y el culto de nuestras Vírgenes Negras.
En realidad, parece que Notre-Dame du Pilier fue tallada y colocada en la catedral con el único fin de desviar hacia ella una parte de la corriente de peregrinos que, después de la visita efectuada a la Virgen Negra de la cripta, dirigían sus devociones a una efigie de plata del siglo xiii situada entonces en la parte trasera del altar mayor, perturbando Así aquellos interminables desfiles por el coro la serenidad de los oficios.
La presencia de dos Vírgenes Negras en un mismo santuario no se justifica y va incluso en contra del sentido que hemos creído encontrar en la existencia, la originalidad y el favor de nuestras estatuas.
Así, la obra simbólica más perfecta y acabada de la arquitectura medieval fue edificada en honor de una modesta estatua de Virgen Negra o por lo menos para ser l objeto de culto principal de los peregrinos de la Edad Medía.
Bajo formas diferentes, tanto la catedral de Chartres como las Vírgenes Negras contienen todas las claves principales necesarias para la comprensión y el descubrimiento de una civilización enterrada.
Estos son los mensajes que, poco a poco, nos han revelado las pequeñas Vírgenes Negras. Quizá se nos han escapado otros, porque no hemos sabido percibirlos.
Efigies a veces mal ejecutadas, otras, reinas de los santuarios mas ilustres, pero, mas a menudo, olvidadas en pequeñas iglesias rurales donde pocos son los que van a orar, contienen, sin embargo, en su enigmática mirada, en su actitud hierática, Así como en el oscuro color de sus facciones, el simbolismo mas profundo y vasto de toda la estatuaria europea.
Misteriosos jeroglíficos de madera carcomida que nos revelan silenciosamente la fe, el pensar y la ciencia de toda una civilización de nuestros padres, construida pacientemente desde la mas remota noche céltica, fertilizada por los aluviones del antiguo Oriente, el Oriente de los buscadores de estrellas de Caldea y de los magos constructores de las pirámides. Civilización que conoció, tras un milenio de oscurantismo, su brillante desenlace en la fe apasionada de la Edad - Medía cristiana.
Acordémonos de ellos cuando, al azar de nuestra ruta, descubramos la ruda belleza de esas luces de la noche. El testimonio que ellas traen consigo bien merece algunos instantes de recogimiento por nuestra parte. Al lado de esos santuarios donde el culto se ha mantenido hasta nuestros días, ¿en cuantos sitios se habrá borrado para siempre toda huella de una Virgen Negra, se habrá extinguido definitivamente una devoción que en su tiempo llevaba el mismo testimonio? A veces, en lugares que hoy son considerados muy sagrados y a donde acuden multitud de visitantes, se han podido conservar algunos documentos que nos recuerdan un antiguo culto, y muy pocos saben aun que estos santuarios famosos debían su renombre pasado a la presencia de una Virgen Negra.

Así Sión, la "colina inspirada" donde Rosmertha, la diosa de senos desnudos y los cabellos cortos estaba situada frente a Wotan sobre el otro pico de Vaudemont, donde desde la Edad Medía hasta la Revolución reino una Virgen Negra, sobre esa cumbre mística venerada en toda la Lorena, donde la herejía de los hermanos Baillard proporciono a Barres el tema novelado de su conocido libro.
En Mont-Saint-Michel, el peñasco era la mont tumba donde, en una gruta, se veneraba a Belén. Esta gruta es la que se convirtió en la capilla de María, Estrella del Mar. Antes, el peñón no estaba rodeado de agua, sino de un bosque que fue sepultado en un cataclismo en el siglo vii. Después, a partir de los siglos xi o XII, hubo allí una Notre-Dame du Mont Tombe, la cual era negra y se hallaba en una cripta interior llamada de los "Treinta Cirios" o "Capilla Bajo Tierra", el sancta sanctórum, el lugar mas oculto del monte, allí donde había sido excavado el primer oratorio a san Miguel (1). En esta cripta es donde se celebraba el oficio sobre un altar constituido por una antigua piedra de mármol verde. Un día fue cegada, y, en 1630, la efigie subió a otra cripta, 1a de los "Grandes Pilares". Después, en 1790, desapareció, con la Revolución.

Una tentativa de introducir nuevamente una copia en los lugares durante el siglo xix no tuvo éxito. Estatuas que son negras Solo por la acción del tiempo o a consecuencia de un accidente son veneradas a veces como Vírgenes Negras, pues las autenticas eran tan celebres que, mucho mas tarde, algunos cu ras o fieles, al haberse oscurecido su efigie, imagina ron que poseían una de ellas. Estas imágenes que no tienen la actitud, ni la expresión, ni los símbolos ni las leyendas, ni los milagros, ni el medio ambiente ritual impuestos en la Edad Medía para estos cultos no pueden interesarnos. No se trata en este caso de cultos inciertos, sino de santuarios donde es seguro que no se venero ninguna Virgen Negra autentica.
Hay incertidumbre cuando nos encontramos frente al caso siguiente todos los elementos necesarios están reunidos, salvo la estatua. Descubrimos en el mismo lugar una efigie negra o considerada como tal pero que no tiene ni las dimensiones, ni la expresión, ni la actitud de las demás. ¿Son estas las excepciones que confirman la regla? No, ya que siempre esas estatuas son posteriores a los siglos XII y xiii, y todo el mundo coincide en afirmar que, en esos lugares el culto era muy anterior a la imagen actualmente presentada a los fieles.
Todo induce a creer, pues, que también ahí había una estatua que se ajustaba al modelo simbólico medieval, pero no hay ningún documento suficientemente seguro que permita encontrar su rastro, o si hay alguno no es conocido: En estos lugares relativamente numerosos (aunque mucho menos numerosos que aquellos donde feliz mente subsiste el recuerdo al menos de una antigua Majestad negra de aspecto oriental) nada invalida nuestras opiniones, sino al contrario, pero el elemento de duda se refiere solo a la existencia anterior de una estatua medieval conforme, de la que no poseemos descripción. Veamos algunos de esos santuarios.
Todo el mundo se sorprende de encontrar en Avio th, cerca de Montmedy, en un humilde pueblo de 133 habitantes, una verdadera catedral gótica en pequeño. La Virgen Negra que allí se veneraba era el objeto de la mas importante peregrinación de toda la región, y por esto se le llamaba Notre-Dame du Luxemburgo. Supuestamente fabricada por los ángeles (como la de Liesse), la efigie fue "encontrada" en un arbusto de espinos que se transformo en un majuelo en flor (leyenda que vuelve a aparecer en el Puy). La invención dataría del siglo XIII, según algunos relatos, pero la Virgen Negra debía encontrarse ya indudablemente virgen de Solsona La Virgen de Solsona (Lérida) muestra una maravillosa finura, gracia y elegancia. Se trata, sin duda de una copia de la Virgen Negra que, en la esplendida basílica de la Daurade, en Toulouse, recibía el homenaje de los iniciados de la Compañía de la Gava Ciencia De este modo, Nuestra Señora se convirtió en la Dama de los poetas, y los cantos de un Petrarca prolongaron las meditaciones de un san Bernardote en Avioth en el siglo XII e incluso en el xi, pues san Bernardo frecuento este santuario y alentó poderosamente el peregrinaje a algunas leguas de la importante abadía de Orval que el mismo fundo en 1131.
La estatua actual fue blanqueada, pero es seguro que era negra. No obstante, resulta difícil precisar que aspecto debía tener en su origen. Según el manuscrito del abad Delhotel, cura de Avioth en 1668, la Virgen estaba sentada en una silla antigua, pero los otros detalles que nos proporciona inducen a pensar que su autor tenía ya ante sus ojos una imagen retocada y transformada.

En una iglesia construida en el emplazamiento de un manantial cuya reputación milagrosa era precristiana, Notre-Dame de Avioth era famosa por conceder a las mujeres la fecundidad, y también hacia revivir a los niños muertos sin bautizar. La capillita, verdadero encaje de piedra que, en el exterior de la basílica, llevaba el nombre de Receptora, acogía quizás a los pequeños pacientes y, sin duda, las ofrendas. A causa de esos favores, fue llamada Notre-Dame de Vie, juego de palabras sacado del latín, ya que había un camino romano que pasaba por este lugar, de ahí la advocación Nostra Domina de Via.
Mezieres era la ciudad del dios Macer y las Ardenas francesas han conservado huellas numerosas de una presencia druídica en forma de menhires y dólmenes, Así como en la antigua toponimia.
La iglesia de Notre-Dame es un bello edificio flamígero que remplazo un santuario románico consagrado ya a Notre-Dame.
La estatua de la Virgen Negra pereció con los hugonotes. Los intentos de reconstrucción basados en un grabado antiguo no son convincentes, pues desembocan en una clase de efigie de factura muy posterior al origen del culto que tal vez se remonta al siglo x.
Actualmente la veneración de la Virgen Negra se ha trasladado a una estatua del siglo xvii en la que la cara de la Virgen es oscura, y la del Niño de color carne. La Madre sujeta un racimo de uva en la mano, detalle interesante, puesto que Cibeles era representada a veces así, al igual que algunas Matres galorr manas, y se trata de un símbolo de vida y de resurrección. El abad Poulin cuenta que, durante la guerra 191 l9l8, un oficial alemán había cogido a la estatua su racimo de uva para ofrecérselo a una muchacha de Mezieres, la cual se apresuro a devolvérsela a la Madona...
Pocas indicaciones ofrece Mezieres. Muchas mas se encuentran acerca de Notre-Dame de la Delivrance, en Douvres, en las proximidades de Caen, el peregrinaje mas antiguo de Normandía.

Estamos en un centro de druidismo muy frecuentado. Por este lugar pasaba una vía sagrada, el "camino de los peregrinos", y un bosque sagrado o Lucus dio su nombre a la localidad vecina de Luc-sur-Mer. Allí se ha encontrado la estatua mas grande que se conoce de la Diosa- Tierra, que se conserva actualmente en la Universidad de Caen. El nombre de la efigie de la Virgen es céltico, pues ella es la que se encontraba en el poblado de Delle Yvrande y la que, por uno de esos juegos de palabras piadosos tan frecuentes, se convirtió en Notre-Dame de la Delivrance, la que libera, en sentido propio y figurado.
Siguiendo un argumento clásico, en el siglo XII la estatua fue milagrosamente desenterrada por un carnero, e inmediatamente se organizo el peregrinaje, el cual llego a ser para los normandos tan celebre como el de Roma o el de Compostela. Ilustres personajes acudieron e hicieron importantes donaciones al santuario. Notre-Dame de la Delivrance distribuía sus favores con abundancia. Liberaba
cautivos encadenados en Oriente, devolvía la vista a los ciegos, apaciguaba las tempestades, concedía ayuda a marinos y bateleros, otorgaba la fecundidad, garantizaba alumbramientos felices y protegía a los niños pequeños.
En estas condiciones quedaríamos muy sorprendidos si la efigie del siglo XII que fue destruida por los protestantes, no hubiera sido una Virgen Negra semejante en todos los aspectos a las otras que hemos descrito en esta obra.

La estatua que vemos hoy ha conservado la denominación de negra, aunque apenas es oscura. Es una imagen de piedra que mide un metro y en la que la Virgen aparece de pie. Guincamp es una de las raras localidades bretonas que posee una Virgen Negra. Hemos planteado ya la pregunta. ¿Por que en un país tan evidentemente céltico las Vírgenes Negras han sido tan poco numerosas? Me parece que hay dos respuestas posibles. En primer lugar, se prefirió el culto a santa Ana, que hemos tenido ya ocasión de explicar extensamente y que esta muy próximo al de nuestras efigies. En segundo lugar, la Bretaña era pobre, retrasada y marginada. La afectaron relativamente poco las grandes corrientes civilizadoras de la Edad Medía clásica.
Ahora bien, para que se establezca un culto a una Virgen Negra, no es suficiente que haya habido anteriormente religión céltica, druidismo y Diosa-Tierra, sino una aportación oriental y una presencia iniciática de las grandes órdenes monásticas. Esos elementos fueron por aquel entonces abundantes en la Auverrna; pero bastante raros en Bretaña. Así se da uno cuenta de que las Vírgenes Negras no son solo Diosas-Tierra disimuladas bajo una advocación cristiana. En su culto hay algo mas, un salto cualitativo que solo es posible tras el desarrollo de Compostela y los intercambios civilizadores con Oriente. Esto no fue obstáculo para que la romería de Notre-Dame de Guincamp fuera, y sigue siéndolo, una de las mas famosas de Bretaña y que, en el terreno esotérico, la iglesia que la cobija sea uno de los monumentos mas interesantes que hemos encontrado.
Inútil mencionar aquí, en esta ciudad histórica que se encuentra en las fronteras del Armot (país del mar) y del Argoat (país de los bosques), en el corazón de la Bretaña, que el culto de la Virgen Negra remplazo a cultos célticos de la Diosa-Tierra.
La basílica de Notre-Dame de Bon-Secours contiene partes románicas, góticas y del Renacimiento. Pero aqui donde la tradición seguía siendo mas viva, donde las grandes corrientes europeas llegaban con retraso, se construyo, con la técnica del Renacimiento, pero con el espíritu de la Edad Medía. A pesar de las variantes de estilo, el edificio es una bella unidad, no solo arquitectónica, sino sobre todo de concepto, perpetuándose durante varios siglos una continuidad de sentimiento en constructores que firmaron la obra con una cruz iniciática en rotación sobre una piedra de la nave lateral sur, parte que, sin embargo, data solamente del siglo XVI.
En el gran pórtico de la fachada occidental, descubrimos dos bustos en relieve que, a cada lado, aparecen coronados con una concha de Santiago. ¿Pasaban los peregrinos bretones en ruta hacia Compostela por este lugar o solamente se pretendió subrayar, mediante ese emblema esotérico, el aspecto iniciático del santuario? En el interior, un pequeño personaje de piedra, esculpido en el triforio, observa al peregrino. Vuelto en dirección al pórtico occidental, parece ser realmente el Maestro que acoge al adepto. Por todas partes, sobre muros y pilares, hay esculpidas extrañas cabecitas herméticas y alquímicas, una de las cuales al menos, en la nave lateral sur, por la disposición de su barba y sus cabellos, hace pensar singularmente en una representación del Sol. Situada muy alta sobre un pilar, una muchacha con un vestido corto y un aspecto muy "pagano" inicia una danza circular, mientras que en el transepto sur una tarjeta esculpida muestra ese consejo de iniciado: "Quid quid agas, sapienter agas, etres pice fiuem" (todo lo que hagas, hazlo con sabiduría, y piensa siempre en el objetivo que se busca).

La estatua actual de la Virgen Negra es una reconstrucción muy libre ejecutada en el siglo XIX con ayuda de los fragmentos dispersos de tres estatuas diferentes... En que medida puede estar alejada del modelo original. Parece que el culto apareció allí hacia el siglo xii. En aquel lugar había entonces una Notre-Dame-deDessours-Terre, la cual era venerada primitivamente en una cripta. No poseemos de ella ni descripción ni reproducción.
Hay, sin embargo, en la basílica, dos panteones antiguos, uno del siglo xiv, el de Roland de Coatgoureden, y el otro del siglo xv, el de Pierre Morel. Ahora bien, en esos dos panteones mutilados, se distingue claramente la Virgen en actitud mayestática, entre los motivos esculpidos. Se podría, pues, creer que en esos monumentos funerarios de personajes locales lo que se ha representado Así es la celebre Virgen del lugar tan amada por esos difuntos... Pobre indicio que desgraciadamente no puede ser por si mismo suficiente para basar una certidumbre sobre el aspecto de la estatua medieval.
Sea lo que fuere, la estatua actual se encuentra en un oratorio situado en un antiguo porche que se abre al Norte hacia el exterior, muy probablemente encima de la antigua cripta donde era venerada NotreDame-de-Dessous-Terre.
Frente a la Virgen Negra, aparece dibujado en el pavimento un laberinto del siglo xiii o xiv, cuyo desarrollo circular conduce hacia un centro donde están incrustadas en letras góticas las palabras "ave María" y tres flores de lis.
Símbolo de primera calidad.
Sabemos cual era el valor esotérico y ritual de todos esos laberintos empleados en los embaldosados de nuestras iglesias y que han desaparecido casi todos. Ese valor debe ser puesto en relación con todo el simbolismo de la rueda y del corro cuya importancia hemos subrayado en diversas ocasiones.
Leemos con interés las observaciones que Charpentier ha hecho sobre tal representación, que aparece hasta en la India, y, entre nosotros, desde el neolítico (2).
En Guincamp, el laberinto es demasiado estrecho para haber podido ser utilizado durante los corros rituales. En ese lugar, era simplemente un objeto simbólico de meditación.
No es poca nuestra sorpresa cuando comprobamos que, entre los hopis, pueblo indio de America del Norte, el laberinto era el motivo escogido para representar a la Madre-Tierra (3), implicando este símbolo una idea de matriz a la vez que una idea de renacimiento...
¡Extraordinaria universalidad de nuestras Vírgenes Negras y de los pensadores de nuestra Edad Medía!
En Toulouse, la Virgen Negra de la celebre basílica de la Daurade fue, en la Edad Medía, una de las Vírgenes mas famosas de Francia. Para erigir la actual iglesia, un edificio sin alma ni belleza, se destruyo completamente a fines del siglo XVIII la antigua basílica, cuyo esplendor coinciden en elogiar todos los antiguos cronistas. Aquella maravilla de oro y mármol, de mosaicos y esculturas refinadas, era en el siglo v comparable a los monumentos de Roma y de Ravena construidos en la misma época.
Inmenso ha sido siempre el asombro popular ante la riqueza de ese santuario y ante la extraordinaria importancia de las posesiones de la Daurade, en Toubuse, durante toda la Edad Medía. Sin duda, como muchos creen, la basílica fue al principio la capilla privada y el último vestigio del gran palacio de los reyes visigodos.
Lo que es seguro es que fue construida en el lugar de emplazamiento de un antiguo templo de Palas o de Minerva, y que, cuando esos cultos fueron prohibidos, la Daurade fue inmediatamente consagrada a la Virgen. Cuando se procedió a su demolición, se descubrió un bajorrelieve de mármol blanco que representa a Venus sujetando al Amor por la mano y otras escenas paganas.

En torno a la Daurade, cuya fama solamente fue igualada por la de la prestigiosa Saint-Sernin (O mas exactamente Saint-Saturnin), reinaba un florilegio de leyendas y de tradiciones fabulosas, como la de la reina Pantoja, o aquella que afirmaba que el edificio ocultaba el lago enigmático donde estaría escondido todavía aquel "oro de Tolosa" robado por los galos al tesoro de Delfos, y que traía desgracia a sus poseedores. Sin duda, en ese ambiente maravilloso solo hay nuevamente indicaciones esotéricas.
En 1077, la Daurade fue concedida al abad Hugo de Cluny y los benedictinos tomaron posesión del santuario bajo la dependencia de la abadía de Moissac. Durante la predicación de la tercera Cruzada, Urbano II se detuvo en la Daurade y consagro la basílica de Saint- Saturnin. Como siempre, el culto de la Virgen Negra aparece en los lugares de la mano de los benedictinos. Había allí una estatua negra, que se decía había sido traída de las Cruzadas, en cualquier caso procedía del siglo Xii. Era famosa por la protección especial que concedía a los marineros y a los niños pequeños. Dispensadora de fecundidad y de vida, la Virgen Negra ha conservado esa reputación milagrosa. Aun hoy, mujeres el mundo entero hacen consagrar a la efigie de la Daurade cinturones que se pondrán en el momento de sus alumbramientos para lograr un buen parto. La estatua actual data solamente de 1806. No es más que un busto cubierto con amplios vestidos de tela. En 1799 la efigie anterior fue quemada por los Revolucionarios. No poseemos de ella ninguna descripción detallada, aunque un cuadro de 1672 (la procesión cuando el incendio de Toulouse) nos la representa sentada en una actitud mayestática. Según unos documentos antiguos, la Virgen sostenía al Niño en su brazo izquierdo y al pie de la estatua había una cabeza de serpiente, Sin embargo, entonces tampoco era la estatua original, ya que en ella se leía una inscripción que decía: "El maestro Raimond me esculpió con su propia mano en Auch." El estudio efectuado por los especialistas de los caracteres utilizados sitúa su fabricación todo lo mas en el siglo xiii, y a mas tardar en el Xv, Por otra parte, la presencia de esta firma no concuerda con el anonimato siempre obligatorio en la Edad Medía iniciática y este es el motivo por el que podemos estimar razonablemente que esta estatua no era anterior al siglo XIV. No se trataba, por lo tanto, mas que de una copia mas o menos libre de la verdadera Virgen Negra de la Daurade cuya existencia en el siglo xii todos coinciden en reconocer. ¿Cual era esta imagen? Los archivos no dicen nada respecto a ella y en el siglo Xvii los benedictinos se lamentan en sus documentos de no saber nada del origen de su estatua (4). La historia de la Virgen Negra de la Daurade es inseparable de la de una de las más famosas cofradías de trovadores.

En 1323 fue fundada en Toulouse una compañía del Gay Scavoir que mantenía una escuela de poesía y que mas tarde se convirtió en la Academia de los Juegos Florales. Se organizaban anualmente unos concursos de poesía y los vencedores de esas justas recibían, en el mes de mayo, flores de oro y de plata que tradicionalmente iban a ofrecer a la Virgen Negra de la Daurade, que se convertía así en la Dama de su homenaje.
Una tal Clemencia Isaura fue; si o la fundadora, al menos la protectora y la inspiradora de aquella compañía. Celebrada incesantemente en sus cantos, adornada en ellos de todas las virtudes, mujer ideal, maravilla de belleza, de inteligencia y de espíritu cortes, durante mucho tiempo se creyó en su existencia.
Unos estudios algo más profundos demostraron que nunca hubo ninguna familia Is, aura en Toulouse, que todos los supuestos hechos de su vida son mistificaciones y que los diversos escritos generosamente prestados por la Compañía del Gay Seavoir son en realidad apócrifas... En resumen, Clemencia Isaura no ha existido nunca a pesar de que Toulouse conserva su estatua y que incluso se había colocado su rica tumba en la Daurade!
¡Enorme mitificación histórica! Pero no gratuita, pues toda esta construcción del personaje de Clemencia Isaura nos permite descubrir otra vez cual era el procedimiento de disimulo ocultista y su eficacia...

La Compañía estaba consagrada a la Virgen Negra al mismo tiempo que a una mítica dama Isaura cuyo nombre aparece como la unión de Is o de Isis con el oro, el aurum, 10 cual simboliza la iniciación lograda, la perfección alquímica, Sus miembros se valían del "gay scavoir", el mismo que se enseña en Rabelais, sinónimo muy conocido de la clarividencia de los adeptos. Si a ello se añade que en sus archivos se han conservado numerosos poemas alquímicos, que su consistorio estaba compuesto por siete miembros y que su diploma estaba revestido de un sello de cera verde, en seguida nos damos cuenta de que nos hallamos ante una de aquellas numerosas "cortes de amor" del Mediodía de Francia en las que, bajo la capa de inofensivas justas poéticas, se reunían discretamente los mejores iniciados cuando la brutal eliminación de los templarios y de los albigenses obligo a disimular, bajo el ocultismo mas opaco, toda búsqueda de lo sagrado que no estuviera estrictamente de acuerdo con la doctrina oficial de la Iglesia y el Estado.
Esta connivencia entre la Daurade y el Gay Scavoir, entre la Virgen Negra y los trovadores ocultistas, nos hace en este caso percibir particularmente bien, no solo la presencia confirmada de los grupos de iniciados alrededor del santuario de nuestras pequeñas estatuas, sino también la importancia privilegiada que se les concedía en el pasado por parte de los mantenedores de la gran Tradición.

CONTINUARA (Ultimo Capitulo).

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